martes, 20 de marzo de 2018

A mi padre


Mi dolor es nombrarte
y reducirte al sonido
que emite mi garganta.
Mirarte y confundirme
con perfiles de planos
claroscuros.
Sentirte sin aliento,
estático,
papel tan sólo,
personaje de cuento
que mi memoria inventa,
incorpóreo,
prendida de un instante
eterno
la viveza del gesto
que un día fue.

No quiero pensarte.
Ni contarte.
Quiero...
forzar la densidad de tu figura,

hundir mi recuerdo en tu carne
y sentir que opone resistencia.

Pero la muerte diluye,
te quita volúmenes,
te alisa,
te devuelve incorpóreo,
inconsistente
fantasma que vaga
dibujándose
en imagen fija
de recuerdo...
…en recuerdo...

viernes, 2 de marzo de 2018

METAMORFOSIS

Un día, hasta la muerte se cansará de vivir entre los vivos. 
Pobres..¿qué harán entonces con todas sus muertes a cuestas...?



Cuando los mundos se superponen nada es reconocible. El tiempo se esculpe en mármol  y su volumen fijo lo llena todo.  Miras caer las hojas y sabes que es la otra, la del espejo quien te mira. Pero al otro lado del espejo sólo hay bruma gris, azulada, humo ... Con la nuca erguida avanzas. No hay ojos que recorran el camino. Ya fue...¿o quizá será...? Un punto se expande y se expande difuminando el gris del humo. Las sombras se disipan y... vuelves la espalda a la luz.Pero quién sabe...quién sabe...quizá la luz te persiga sacándote del infierno.Hay un espacio infinito entre las sombras. Nunca se acaba. Es la prolongación de un camino que hace siglos empezó. La espalda se enrosca sobre sí misma y los peces de colores se vuelven blancos y negros. Serpenteas. ¿Dónde están los ojos? No ves nada pero lo ves todo. Mundos subterráneos que se bifurcan una y otra vez, como si nunca pudieran parar, multiplicando los caminos, las risas, los llantos...
Cuando las marcas de los ojos ni siquiera se perciban seguirás caminando entre sombras, con la luz en la espalda taladrándote, haciendo un agujero en tu cuerpo de fantasma, primero pequeño, después grande, más grande hasta que solo seas una idea, pensamiento puro. Pero no te sorprendas. Ya no es  tiempo de  sorpresas. Siempre lo has sabido. Lo soñaste cientos de veces. Lo sentiste antes. O tal vez fue ahora, y no me acuerdo bien. Qué maravilla sentirse pensamiento puro. No tendrás pies ni lengua. Sólo pensamiento. Tal vez, con suerte, sonido perpetuo.