lunes, 16 de marzo de 2015

NÚMEROS

Yo no sabía contar.

Mi mente sólo llegaba  al  1 . En varios idiomas, sí, pero sólo al  1  : uno... bat...one... un....eins... um...  unu... ådin.... yī....y podría seguir con todas las lenguas de la tierra. Pero no más que el  1 .




    Y un día tuve que aprender el  2...y el 3....y el 4...y  pensé ¿podré llegar algún día a comprender qué significa dos... oder  zwei... or  three... ou  quatre... y así en todas las lenguas de la tierra?

   Pero todos los números aprendidos se amontonan en el mismo sitio, escapando a cualquier acto de naturaleza intelectiva. Son un magma confuso en donde se derrite cualquier razonamiento y toda intención lógica perece atrapada en un extraño hielo patológico del que salen llamas, muchas llamas.

  Un enorme y lamentable cuerpo de lagarto arrastra consigo el peso de los números.Tampoco los entiende. Pero le da igual. Su mente de reptil  percibe la NADA o el TODO. Tampoco sabe contar. Su cerebro está exactamente en el centro del magma ardiente y confuso. Y el fuego lo expulsa por sus fauces como un dragón mitológico, desperdigando un sinsentido de números, números, números...que van prendiéndose de mi mente, colgándose de cada una de mis células, aprisionando mi corazón hasta que ya no deja sangre que bombear. Los números lo inundan todo con su estremecedor silencio y hasta el pulso ha dejado de latir. Todo es silencio. No hay bullicio alguno en el 2 y el 3 y el 4...

    Y yo sigo sin saber contar.

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